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Las partículas elementales de Monseiur Periné.

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Nacen en Bogotá sin imaginarse que disfrutar de la música los llevaría a recorrer diversos países, acompañados de un ritmo que los convierte en únicos en su estilo. El éxito los tomó sorpresivamente; de tocar en pequeños bares y ensayar en la sala de la casa, primero ganan un concurso de la Alianza Francesa, y luego participan del destacado festival Estereo Picnic ; generando el primer momento en el que perciben que lo que hacen empieza a tomar más fuerza.  El formato que manejan lo protagoniza el estilo y la fusión de diversos elementos; desde la mezcla del francés y el español, un vestuario particular y mucho "suin" colombiano. Todo surgió espontáneamente, sin planear y sin calcular y con el tiempo han ido generando un lenguaje que va directo al corazón y al periné. Una mezcla diferente, donde se rescatan las raíces folclóricas y el pop con elementos de jazz y swing. MP es un exponente de un ritmo fresco y diferente.  "Uno nunca se da cuenta en qué moment

Crónica de una novata corredora.

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Para vos atleta para vos que sabés del frío, de calor, de triunfos y derrotas para vos que tenés el cuerpo sano el alma ancha y el corazón grande. Para vos que tenés muchos amigos muchos anhelos la alegría adulta y la sonrisa de los niños. Para vos que no sabés de hielos ni de soles de lluvia ni rencores. Para vos, atleta que recorriste pueblos y ciudades uniendo Estados con tu andar Para vos, atleta que desprecias la guerra y ansías la paz.                                     Miguel Sánchez.  Ayer fue mi primera carrera.  Mientras avanzaba en el asfalto, me preguntaba ¿qué me había llevado allí?. ¿Cómo había hecho para elegir un domingo de fin de semana feriado, estar a las 7:30 de la mañana en un lugar, donde prácticamente no conozco a nadie, dispuesta a correr más que jamás en mi vida?. ¿En qué momento cambié la noche de sábado de fiesta, la salida de fin de semana lejos de la ciudad, el quedarme durmiendo hasta tarde?. Y entendí que estaba eligiendo diferente.

Tío Simón

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Hoy quiero rendir homenaje a un hombre maravilloso. Ejemplo del buen venezolano, de esos hombres que se construyen con humildad, desde abajo, creciendo a punta de talento y esfuerzo, aquellos que con una sonrisa y una tonada propia nos activa el corazón y nos invita a ser mejores personas, a llevar alma, corazón, amor y buen humor por donde van.  Regresaba de análisis en el colectivo 188, por la calle Pueyrredón de Buenos Aires camino hacia San Juan y Jujuy. Venía pensando en que ahora, son demasiadas las razones para que la tristeza me invada, personales, colectivas, mundiales y e ntonces recibí una noticia:  Bettsimar Díaz decía - Con lágrimas le anuncio al país que mi amado padre, partió esta mañana, en paz.-  Rompí en llanto, sin poder decirle a la persona que llevaba al lado en el autobús coño!  se murió el Tío Simón.  Estar lejos no es estar ausente. Le escribí a mi amiga Gabriela quien me dijo: - te agarró sola en un lugar donde nadie puede comprender tu dolor.

Amar-me.

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Hace unos meses entré en una relación con una persona que desde el principio estableció que no estaba abierto a generar un compromiso. Al principio me sentía cómoda con la situación y no me generaba ruido, los encuentros empezaron a ser más seguidos y constantes. La relación, desde mi punto de vista, estaba creciendo y cada día me entregaba más. Me fui ilusionando, y empecé a sentir lo que yo creía llamar “amor”.  Aunque él seguía diciéndome que no quería una relación de noviazgo, yo buscaba señales positivas en cualquier mínimo gesto. Fui aferrándome y el hecho de que esa persona se quedara a dormir en casa varias noches seguidas, que me empezara a presentar a sus amigos y que me abrazara dulcemente me hacía sentir que estábamos cada vez más cerca. Dicen que el amor es ciego, y definitivamente, en este caso lo fue. Yo hacía caso omiso ante sus desplantes, su falta de detalles y la comodidad que le procuraba mi incondicionalidad ante él. Siempre estaba dispuest

Yo, indocumentada.

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Ser aceptados como somos. Llamarnos como queremos ser nombrados. Ejercer la libertad de ser, yo, tú, él, nosotros. Tener derecho a elegir lo que queremos y ser apoyados en dichos procesos por la sociedad. Creo que cualquiera que lea este párrafo puede sentirse identificado.  Tamara, Desirée y Victoria, tres personas de nacionalidad venezolana persiguen un objetivo: Lograr que sus cédulas,  esos rectángulos de 57 x 83, que definen sus nombres y géneros coincidan con quienes son.  Yo, indocumentada, más que la historia de tres mujeres transexuales, habla de la lucha que emprende un ser humano por ser aceptado como es y como se siente. El viaje de una vida en la que encontrarnos con nosotros mismos, es una premisa; y mucho más complejo, si cuando el cuerpo con el que nacimos no corresponde a lo que sentimos.  Lejos de desarrollar las historias emocionales de estas protagonistas, y de sumergirnos en sus vidas personales (interesantes por otro lado), el documental es un abre

Terminal: Una distopía de Alejandro Genes

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Hay autores que prefieren hablar por medio de su obra. Emitir una palabra para ellos sería redundar, quizás, es el caso de Alejandro Genes el  escritor y director de una obra llamada Terminal, uno de esos artistas que prefieren no hablar sobre él y dejar que sea su obra la que lo dibuje en las palabras de otros.   Terminal habla del ser humano en su más íntimo estado,  una obra capaz de sacudirte fibras internas sin necesidad de recurrir a lugares comunes.  Una obra de estética dark que te emociona hasta  la última de las entrañas. Una puesta en escena que nos invita a reflexionar sobre la vida, el futuro, el planeta, sobre el ser humano como sobreviviente y no como habitante. Se trata del desarrollo temático de un imaginario apocalíptico, con un gran toque de ciencia ficción en el que las relaciones humanas protagonizan la lucha constante entre el instinto, la sobrevivencia y el amor.  Una pieza teatral que habla de la distopía post-industrial de manera anacrónica.  

Julieta Arroquy: Un corazón que dibuja humor.

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A Julieta la descubrí por Ofelia. Un personaje carismático y particular que entre la inocencia, el sarcasmo y la sinceridad puede enamorarte, muy lejos de su homónima la de Hamlet, que en medio de la tragedia no tiene nada de cómica.  Julieta Arroquy es dibujante, periodista y humorista gráfica, tuve la oportunidad de entrevistarla y conocerla en la intimidad de su colorido hogar. La conocí porque Ofelia aparecía en el time line de mi facebook y a diario me roba una sonrisa. Sus colores, sus situaciones hacen que uno pueda sentirse un dibujo de Arroquy, no parar de reírse a carcajadas y mirarse en un espejo cuando lees una de sus historietas, tiras cómicas o comiquitas (como le quieran llamar, depende del país), y te ves ahí... (confesión) me ha sucedido. Julieta Arroquy fue la humorista gráfica durante dos años de la revista Ohlalá, una reconocida publicación argentina,  luego vino la publicación de su primer libro llamado ¡Oh No! Me enamoré , con la misma editorial