Julieta Arroquy: Un corazón que dibuja humor.


A Julieta la descubrí por Ofelia. Un personaje carismático y particular que entre la inocencia, el sarcasmo y la sinceridad puede enamorarte, muy lejos de su homónima la de Hamlet, que en medio de la tragedia no tiene nada de cómica. 
Julieta Arroquy es dibujante, periodista y humorista gráfica, tuve la oportunidad de entrevistarla y conocerla en la intimidad de su colorido hogar. La conocí porque Ofelia aparecía en el time line de mi facebook y a diario me roba una sonrisa. Sus colores, sus situaciones hacen que uno pueda sentirse un dibujo de Arroquy, no parar de reírse a carcajadas y mirarse en un espejo cuando lees una de sus historietas, tiras cómicas o comiquitas (como le quieran llamar, depende del país), y te ves ahí... (confesión) me ha sucedido.

Julieta Arroquy fue la humorista gráfica durante dos años de la revista Ohlalá, una reconocida publicación argentina,  luego vino la publicación de su primer libro llamado ¡Oh No! Me enamoré, con la misma editorial de Quino: Ediciones de La Flor... sí sí, la de Mafalda... además está prologado por Liniers, otro grande de la ilustración humorística en Argentina y el epílogo está a cargo de Tute, en definitiva, apadrinada por un grupo destacado de artistas que se dedican a plasmar realidades a través del humor gráfico.

En ¡Oh! No me enamoré a través del humor, Julieta, ilustra una decepción amorosa... un poco "Almodovariana", con una sinceridad que sin duda alguna representa a la mujer contemporánea que atraviesa circunstancias en ese devenir tragicómico en el que nos vemos envueltas varias de nosotras (me incluyo y sé que muchas de mis amigas también) cuando deambulamos el panorama del coqueteo, la incertidumbre y el encuentro con "el amor" de una pareja o  cuando practicamos el drama como deporte...


Podría decirse que es una dibujante autodidacta, de líneas frescas y sencillas, nada exageradamente técnico; creo que en su sencillez radica su esencia, casi como un dibujo de niña que habla por sí solo, con una sinceridad apabullante y una ternura que inquieta; Julieta no se propuso como sueño ser humorista gráfica, no sentía esa vocación con la que crecen otros, simplemente sucedió, un día sus manos empezaron a trazar líneas y a crear nubes con pensamientos contundentes, graciosos e irónicos, retomó los lápices después de los 30 y ya no pudo detenerse... diseñó una colección para la marca PURO y compartió junto a Quino el stand de la feria del libro en Buenos Aires.


Julieta Arroquy anda en bicicleta, dibuja, y mira la realidad desde su encantadora forma de ser, es simpática, sonriente y femenina, de esas mujeres que inspiran solidaridad, mujer cómplice, que no teme hablar desde sus sentimientos y sus experiencias, y con la que puedes mantener una conversación con la simplicidad de un corazón abierto, emana una energía positiva sin dejar de ser reflexiva, pícara, recursiva y divertida.

Ofelia, su hija ilustrada, es quien protagoniza hoy en día sus historietas, y a quien veremos proximamente en su segundo libro también publicado por Ediciones de La Flor...  si me preguntan, veo a Ofelia como una prima contemporánea existencialista de la muy querida Mafalda, sin ser progresista también reflexiona sobre sentimientos y situaciones del presente, narra las vicisitudes de una mujer actual en medio de las diversas posibilidades de encontrarse consigo misma y con el otro, por eso no son gratuitas las menciones que realiza sobre la terapia y el siconálisis o la ausencia de el, y la reflexión humorística sobre las fases que se atraviesan en el proceso de ser y especialmente de ser mujer.  

Ofelia en su estilo particular relata un punto de vista, bastante femenino, sobre cómo percibimos el mundo las mujeres, y esas pequeñas grandes cosas que hacen parte de nuestra vida cotidiana, las particularidades del género femenino que difiere del masculino, de las inquietudes y sensaciones que surgen hoy día con las relaciones humanas, y de esos encuentros y desencuentros entre un hombre y una mujer.







Si aún no la conoces, hazle una visita, probablemente la incluirás como una dosis diaria de ironía, frescura y humanidad en pocos trazos y profundos pensamientos. 


Síguela en Twitter @julietaarroquy y visita a Ofelia en facebook.

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