Tío Simón
Hoy quiero rendir homenaje a un hombre maravilloso. Ejemplo del buen venezolano, de esos hombres que se construyen con humildad, desde abajo, creciendo a punta de talento y esfuerzo, aquellos que con una sonrisa y una tonada propia nos activa el corazón y nos invita a ser mejores personas, a llevar alma, corazón, amor y buen humor por donde van. Regresaba de análisis en el colectivo 188, por la calle Pueyrredón de Buenos Aires camino hacia San Juan y Jujuy. Venía pensando en que ahora, son demasiadas las razones para que la tristeza me invada, personales, colectivas, mundiales y e ntonces recibí una noticia: Bettsimar Díaz decía - Con lágrimas le anuncio al país que mi amado padre, partió esta mañana, en paz.- Rompí en llanto, sin poder decirle a la persona que llevaba al lado en el autobús coño! se murió el Tío Simón. Estar lejos no es estar ausente. Le escribí a mi amiga Gabriela quien me dijo: - te agarró sola en un lugar donde nadie puede comprender tu dolor.